CONGRESO DE VIENA. Es la reunión entre 1814-1815 de los representantes de los Estados europeos vencedores de Napoleón en Viena, excepto el Imperio turco-otomano. La reunión estuvo presidida por el canciller austriaco Metternich. Las principales potencias eran Gran Bretaña, Rusia, Prusia y Austria, y habían pactado entre sí que Francia, España y otros países de segundo orden no intervinieran en ninguna de las principales decisiones.
METTERNICH (1773-1859). Político austriaco. Ministro de Asuntos Exteriores desde 1809, contó con la plena confianza del emperador Francisco I e inspiró la política de la Restauración, estrategia global europea que se plasmó, tras la derrota de Napoleón, en el Congreso de Viena (1814-1815). Restauró la hegemonía austriaca en Italia y Alemania, defendió el restablecimiento de las monarquías absolutas derribadas en los primeros movimientos revolucionarios y el derecho de intervención de los aliados en los países donde se produjeran movimientos liberales o nacionalistas, como sucedió en España en 1823. En 1848 dimitió tras el levantamiento liberal de Viena.
LIBERALISMO. Doctrina política que defiende la libertad individual, frente al excesivo control estatal o de la Iglesia. El término es utilizó por primera vez en España con motivo de la Constitución de 1812 y se generaliza en Francia e Gran Bretaña poco después. Sus características son: Defensa de las libertades individuales (económica, política, religiosa y de pensamiento); abolición de los privilegios e igualdad legal; Separación de poderes y soberanía nacional representada en un parlamento; y una Constitución que define las leyes del Estado.
Militar, político y emperador de Francia. Nacido en Córcega, realizó una fulgurante carrera militar. Protagonizó el golpe de Estado que en 1799 estableció el consulado y en 1804 se coronó emperador, con lo que Francia volvió a un sistema de poder personal. Consolidó el nuevo sistema administrativo y legal del país (Código Civil napoleónico). Tras triunfantes campañas militares contra distintas potencias europeas, fracasó en la invasión de Rusia de 1812 y hubo de abdicar en 1813. Vuelto a París en 1815, fue definitivamente vencido en Waterloo. Murió desterrado en la isla de Santa Elena en 1821.
La revolución que se inició en Francia en 1789 fue un episodio decisivo en la historia de los regímenes liberales, que derrumbó la monarquía absoluta de Luis XVI y las bases de la sociedad estamental del Antiguo Régimen. Inicialmente pacífica la revolución adquirió un sesgo sangriento a partir del comienzo de las guerras con otras naciones europeas a partir de 1792. En medio de los conflictos internos y externos, la libertad quedó arrinconada. La dictadura del terror impuesta por Robespierre fue de corta duración, pero no así el régimen autoritario de Napoleón Bonaparte.
"Los representantes del pueblo francés, constituidos en
Asamblea Nacional, considerando que la ignorancia, el olvido o el desprecio de
los derechos del hombre son las únicas causas de las desgracias públicas y de
la corrupción de los gobiernos, han resuelto exponer, en una declaración
solemne, los derechos naturales, inalienables y sagradas del hombre (...).
Artículo 1. Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en
derechos, las distinciones sociales no pueden fundarse más que sobre la
utilidad común.
Artículo 2. El objeto de toda asociación política es la
conservación de los derechos naturales e imprescriptibles del hombre. Estos
derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la
opresión.
Artículo 3. El principio de toda soberanía reside esencialmente en la
Nación. Ningún cuerpo ni individuo puede ejercer autoridad que no emane
expresamente de ella."
La Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano. Agosto de 1789.
MAXIMILIEM ROBESPIERRE (1758-1794). Nacido en 1758 en Arras, Francia, fue elegido representante de su ciudad natal en los Estados Generales de 1789 y se convirtió en uno de los principales dirigentes jacobinos. Destacó por su encendida oratoria y cobró fama de íntegro e incorruptible. Desde octubre de 1793 fue el auténtico gobernante de Francia desde su puesto en el Comité de Salud Pública y el principal inspirador del Terror contra los enemigos reales o supuestos de la revolución. Depuesto de sus cargos, fue ejecutado en julio de 1794, pese al sublevación de la Comuna de París. Seguidor de las ideas de Rousseau, su nombre ha quedado como un símbolo del fanatismo revolucionario.
“No hay más ciudadanos de la república que los
republicanos. Los realistas, los conspiradores, no son para ella más que
extranjeros, o más bien enemigos, La primera máxima de vuestra política tiene
que ser conducir al pueblo mediante la razón y a los enemigos del pueblo
mediante el terror (…)
Es necesario eliminar a los enemigos interiores y
exteriores de la república o perecer con ella (…). El gobierno de la Revolución
es el despotismo de la libertad contra la tiranía.
El terror no es otra cosa que la justicia pronta, severa,
inflexible; por tanto, es una emanación de la virtud (…)
El Terror es menos un principio particular que una
consecuencia del principio general de la democracia, aplicada a las más
urgentes necesidades de la patria. El instrumento del gobierno popular en la
revolución es a la vez la virtud y el Terror”
Maximilien
de Robespierre: Discurso en la Convención, 1794.